No me importa cómo entraras a mi vida, lo que quiero es que te quedes.

Siempre había pedido a ese hombre detallista, ese que recordara nuestra fecha y que me regalara un ramo de rosas por cada año que pasara. El que me trajera todos los San Valentines una tarjeta en la que dijera lo mucho que me quería, o que me dedicara canciones...
Siempre lo pedí, hasta que apareciste tú.. Tan contrario a mis esquemas, tan diferente, tan peculiar... Nunca me diste una cita pero sí muchos besos. Nunca me dedicaste una canción, pero sí muchas miradas. Nunca me dijiste nada, pero sí que te acordaste de nuestra fecha...
Ahí estabas tú con esos ojos caramelo y ese lunar en el labio, ese lunar de ''mentiroso''. Ahí estabas, con tu pelito rubio sin peinar y tu chándal, con esa calentita chaqueta de pelo, con esa bufanda negra o esa sonrisa que siempre me ha gustado tanto..
¿Quién entiende nuestras conversaciones sin sentido? O, ¿quién puede llegar a enfadarme tanto como tú, y luego sin ni siquiera decir una palabra, arreglarlo? Nunca entenderé aquella forma extraña en la que entraste a mi vida, cómo ha cambiado tanto desde entonces y cómo, de nuevo, has hecho que me ilusione...
Esta vez no me importa fallar porque sé que eres alguien que merece la pena, eres alguien difícil, y yo nunca me canso de los retos.. Tu miedo siempre será mi ventaja.. Tus ''si estamos siempre juntos terminaremos cansándonos'', ''tú a mí me gustas, pero no quiero una relación porque siempre que he tenido algo ha salido mal'', y tus ''tú haz lo que quieras aunque a mí me moleste'', nunca me impedirán seguir luchando para demostrarte que nada de lo que tú digas me echará atrás, que esta vez saldrá bien, porque no sé cómo han sido las otras pero sé cómo soy yo, y yo te quiero tener conmigo.